En una jornada marcada por la nostalgia y la gratitud, el Tecnológico Nacional de México campus Puerto Peñasco, se vistió de solemnidad para rendir un sentido homenaje al recordado profesor Francisco Javier Tánori González, quien dejó una huella imborrable como Coordinador de Lenguas Extranjeras.

El Auditorio Institucional Mario Luis Yeomans Macias, fue testigo de un encuentro cargado de emociones, donde la familia del profesor Tánori González se unió en memoria de su ser querido, acompañada por una comunidad tecnológica conmovida y agradecida.

Las palabras del director general, Jesús Rafael Sánchez Sebreros, resonaron con emotividad en el auditorio, recordando la pasión y dedicación con la que Francisco Javier Tánori González guió a generaciones de estudiantes y colegas. Su legado trascenderá las aulas y seguirá inspirando a quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.

En un gesto de profundo respeto y reconocimiento, la institución entregó a la familia del profesor un reconocimiento, símbolo de gratitud por su invaluable apoyo y compromiso durante su tiempo en nuestra comunidad educativa.

Entre lágrimas y miradas cargadas de nostalgia, se develó una placa con el nombre del profesor en el laboratorio de idiomas, lugar que desde ahora alberga su esencia y su legado. Este gesto simbólico no sólo honra su trayectoria académica, sino que perpetúa su presencia en cada rincón del campus, donde su enseñanza continuará resonando por siempre.

Al final del emotivo homenaje, se habilitó un espacio donde los presentes pudieron expresar sus sentimientos y recuerdos hacia el profesor Tánori González. Una teléfono-grabadora estaban dispuestos para aquellos que deseaban dejar un mensaje grabado, palabras que serán entregadas a la familia como un testimonio del cariño y el impacto que Francisco Javier Tánori González dejó en cada vida que tocó. Este gesto, cargado de sinceridad y afecto, busca brindar consuelo y apoyo a quienes más lo necesitan en este momento de duelo.

Este homenaje no sólo fue un acto protocolario, sino un tributo sincero a la vida y obra de un educador excepcional. Francisco Javier Tánori González seguirá vivo en cada lección aprendida, en cada sonrisa compartida y en el corazón de quienes tuvieron el honor de llamarlo maestro. Que su memoria sea un faro de inspiración y su ejemplo, una guía eterna para las futuras generaciones.

Descanse en paz.